Volar no por querer ser un ser con alas
volar por querer estar en un lugar distinto
sentir ese aire único en aquel atardecer
que me vio crecer y que me sigue viendo
jugar a caminar lejos y escuchar el silencio.
Sentada en un balcón frente al sol jugaba
con ese silencio, no me decía nada es la
idea del juego, perdía cuando pensaba
porque le hablaba a mi mente o corazón
y el silencio no quería que yo perdiera
aquel juego.
Lejos estaba, había volado sin alas
aquel lugar que me desnuda
entre la naturaleza y solo me permite
andar con los pies , las manos
y la mirada.
Jugaba a ser una niña de cinco
vidas , pues trepaba los arboles,
corría por donde no debía correr
y así jugaba a olvidarme
de la vida.
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